domingo, 15 de noviembre de 2009

Pandillas, Juventud y Violencia: una experiencia y sus lecciones a propósito del enfoque de justicia restaurativa

Este artículo pretende dar cuenta de una experiencia de intervención concreta respecto al asunto de las pandillas en el contexto de la violencia, la juventud y la delincuencia. La experiencia fue realizada con un enfoque especial y, hasta cierto punto novedoso: la perspectiva de la justicia restaurativa que no es más que, dicho sucintamente, una determinación especial de cómo vemos la delincuencia desde el punto de vista de la construcción de paz, la intervención del conflicto y la modelación de relaciones justas y sanas.
Estructuramos este escrito en primer lugar describiendo la experiencia desarrollada, digamos desde una ángulo narrativo-descriptivo respecto a cómo se desarrollaron los acontecimientos. Esto nos obligará en algunos momentos a incluir términos explicativos que retomaremos más adelante a modo de sistematización. Como veremos, en segundo lugar, la perspectiva de trabajo y la experiencia misma obligan a replantearse cuestiones a veces conceptuales (¿qué es realmente una pandilla?, ¿qué es justicia restaurativa y qué le diferencia de la justicia retributiva?) así como unas cuestiones práctica e inmediatas como el papel de la policía, el papel de terceras partes en el problema de la delincuencia y la violencia. Por último, intentamos construir un balance de la experiencia con respecto a otras, a la gran perspectiva planteada y cuáles son las lecciones que se habrían de tomar en cuenta para futuras experiencias.
Cuando nos referimos a pandillas lo primero que pasa por nuestras mentes son armas, violencia, drogas y narcotráfico. Pero junto a estos conceptos se encuentran la unidad e influencia que puede ejercer una pandilla sobre un joven, a tal punto, que la considera su familia.

Durante muchos años que las pandillas juveniles
existen. El próposito de su creación es otorgar a los integrantes protección, importancia y respeto sobre otras agrupaciones. Por lo general quienes integran estos grupos delictivos son jóvenes que no superan la edad de los 25 años, y que normalmente se encuentran en riesgo social, no han terminado sus estudios básicos y no cuentan con una familia bien estructurada. Es así como las pandillas reúnen ciertos atributos que resultan atractivos para quienes las integran.

En las pandillas existe la jerarquía, es decir, hay quiénes tienen cierta autoridad y dominio sobre los demás, llevándolos arealizar actos delictivos. Por lo general, las agrupaciones deltivas subsisten bajo la venta ilegal de armas, el narcotráfico, robos y asaltos. En Chile son estos tres últimos casos los más comunes dentro de las pandillas.

1 comentarios:

Blogger Luis Antonio Monterrosa ha dicho...

Veo que copiaste mi texto escrito desde El Salvador... si te sirvió, perfecto! Saludos

12 de agosto de 2015, 15:08

 

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