Clonación de animales
Desde ahora la clonación de mascotas es una realidad y sólo basta tener la precaución de efectuar una exploración al estómago del animal para obtener una muestra de su ADN y conservarlo para el momento de la clonación. Además, claro está, de unos 30 millones de pesos por el servicio.
La empresa norteamericana Genetic Savings and Clone ha sido la encargada de contar a los cuatro vientos que el sistema ya está en funcionamiento y que al menos cuatro gatos serán clonados este año a pedido de excéntricos clientes. El primer gato clonado, que sirvió de experiencia para estos futuros robocat, denominado "Cc" (por "copia carbónica") había sido creado por transferencia de ADN proveniente de una célula de gata adulta e introducida en un óvulo luego implantado como embrión en una madre portadora.
Clonación de un Perro
Genetic Savings and Clone, intenta ahora reeditar la experiencia con otro gran amigo del hombre, el perro. Sin lugar a dudas la demanda será mayor, pero los resultados son inciertos. Por ahora, pues todo cambia en el mundo de la clonación y la criogénesis. "La gente nos da la pelota con la que jugaba el perro, impregnada de su saliva, para preguntarnos si mediante ella se lo puede clonar", explica Ben Carlson, director adjunto de la empresa. "Recibimos un gran número de pedidos. Los propietarios tienen a veces un diente o algunos pelos del animal. Nos indican el lugar adonde enterraron a su mascota meses atrás. Debemos decirles que desdichadamente, no podemos hacer nada", indicó. Para realizar la clonación, la empresa debe efectuar una investigación de ADN en el estómago del animal vivo o inmediatamente tras su muerte.
Centenares de clientes ya solicitaron la conservación de los genes de sus mascotas en 'bancos' genéticos de la firma. Pero los científicos advierten que hay pocas posibilidades de cumplir su sueño. "La tasa de éxito es baja", explicó David Magnus, codirector del servicio de ética biomédica en el prestigiosa Universidad de Stanford. "Fueron necesarios unos 270 intentos para crear a la oveja Dolly", el primer animal clonado en 1996. "Y por cada éxito, hay muchos nacimientos de animales deformes". Además es científicamente imposible recrear una copia según lo desean los propietarios de los animales, la clonación no permite más que una copia genética.
La empresa norteamericana Genetic Savings and Clone ha sido la encargada de contar a los cuatro vientos que el sistema ya está en funcionamiento y que al menos cuatro gatos serán clonados este año a pedido de excéntricos clientes. El primer gato clonado, que sirvió de experiencia para estos futuros robocat, denominado "Cc" (por "copia carbónica") había sido creado por transferencia de ADN proveniente de una célula de gata adulta e introducida en un óvulo luego implantado como embrión en una madre portadora.
Clonación de un Perro
Genetic Savings and Clone, intenta ahora reeditar la experiencia con otro gran amigo del hombre, el perro. Sin lugar a dudas la demanda será mayor, pero los resultados son inciertos. Por ahora, pues todo cambia en el mundo de la clonación y la criogénesis. "La gente nos da la pelota con la que jugaba el perro, impregnada de su saliva, para preguntarnos si mediante ella se lo puede clonar", explica Ben Carlson, director adjunto de la empresa. "Recibimos un gran número de pedidos. Los propietarios tienen a veces un diente o algunos pelos del animal. Nos indican el lugar adonde enterraron a su mascota meses atrás. Debemos decirles que desdichadamente, no podemos hacer nada", indicó. Para realizar la clonación, la empresa debe efectuar una investigación de ADN en el estómago del animal vivo o inmediatamente tras su muerte.
Centenares de clientes ya solicitaron la conservación de los genes de sus mascotas en 'bancos' genéticos de la firma. Pero los científicos advierten que hay pocas posibilidades de cumplir su sueño. "La tasa de éxito es baja", explicó David Magnus, codirector del servicio de ética biomédica en el prestigiosa Universidad de Stanford. "Fueron necesarios unos 270 intentos para crear a la oveja Dolly", el primer animal clonado en 1996. "Y por cada éxito, hay muchos nacimientos de animales deformes". Además es científicamente imposible recrear una copia según lo desean los propietarios de los animales, la clonación no permite más que una copia genética.
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